Algunas de las más conocidas en nuestro país son: labio y paladar hendido, orejas pequeñas o ausentes, alteraciones del cráneo y de la cara, dedos unidos (sindactilia), falta de músculo pectoral como en el Sindrome de Poland, ausencia (amastia) o asimetría mamaria importante, entre otras.
Para obtener el mejor resultado posible es importante comprender los alcances y la duración del tratamiento, qué es lo que se puede corregir en el órgano comprometido, trabajar en un equipo conformado por varios especialistas y que la familia participe activamente.