Defectos faciales

Los defectos en los tejidos blandos y/o duros de la cara pueden ser corregidos, disminuidos, modelados o camuflados. Las técnicas actuales nos permiten aumentar, suplementar, resecar, estirar e inclusive inyectar sustancias que logran, en su conjunto, mejorar gran parte de los efectos producidos por las agresiones externas e internas a las que está sometida nuestra cara.

Prótesis de materiales plásticos y de titanio, basadas en una tomografía computada en 3D, nos permiten hoy obtener resultados impensados años atrás.

Las técnicas de alargamiento óseo (distracción osteogénica), lipotransferencia, pulido, pigmentado, despigmentado, relleno y nutrientes cutáneos, son herramientas disponibles muy útiles.

La aparición de la Cirugía Regenerativa aporta variantes novedosas como el plasma enriquecido y los factores de crecimiento que actúan mejorando las estructuras faciales.

En la consulta deberemos definir las estrategias y trazar un plan de tratamiento que nos permitirá cumplir con sus expectativas.